Aunque pocos nos nombran, los farmacéuticos y bioquímicos siempre estamos ahí. Como integrantes del equipo de salud, todos los días y todas las noches, para cuidarte. 

En las farmacias, dispensando tu medicamento y todo lo que necesitás, ofreciéndote opciones, orientándote y elaborando productos magistrales. En las guardias de los hospitales públicos y en los sanatorios privados, organizando y entregando medicamentos para los pacientes internados. 

O en los centros de atención primaria de la salud, entregando medicamentos a pacientes ambulatorios. En los laboratorios, participando en la investigación y desarrollo de productos, validando y controlando cada etapa de los procesos productivos y de control de calidad.

Esterilizando los insumos de los hospitales, de las clínicas, de los sanatorios para garantizar la seguridad de los pacientes. En las droguerías y distribuidoras de medicamentos y productos médicos, controlando y asegurando la calidad de los procesos. 

Estamos en cada detalle. A toda hora. En todos los turnos. 

En el año de las distancias, los farmacéuticos y bioquímicos de la Ciudad estuvimos más cerca que nunca, desde nuestro lugar de trabajo. Y como vos, nunca abandonamos la guardia.